TEMPERATURAS ABATIDAS

Los seres humanos tenemos capacidad fisiológica para regular la temperatura interna de nuestro cuerpo, que se mantiene a unos 37 ° C. Si la temperatura corporal se eleva o cae desmesuradamente, el cuerpo reacciona originando enfermedades o incluso puede derivar en muerte.
Por ejemplo, en fábricas con grandes hornos de fundición los trabajadores/as estarán expuestos a altas temperaturas, y por otro lado, en trabajos relacionados con cámaras frigoríficas, los trabajadores/as están expuestos a temperaturas muy bajas.
En esas circunstancias, se expone el cuerpo del trabajador a situaciones de estrés térmico, dando lugar a ciertas condiciones médicas negativas, e incluso puede llegar a perder la capacidad de controlar la temperatura de su cuerpo.

Algunas de las enfermedades generadas por el aumento de la temperatura son:
Calambres por calor: son espasmos dolorosos intermitentes en los músculos voluntarios después de un trabajo físico fuerte.
Agotamiento por calor: sudoración profusa, debilidad. Pulso rápido, mareos náuseas y dolor de cabeza. La piel esta fría y algunas veces pálida y pegajosa por la traspiración.
Golpe de calor: la transpiración esta disminuida o ausente. La piel está caliente, seca y enrojecida. Se produce un aumento en la temperatura corporal, que si no se controla puede llevar a un estado de delirio, convulsiones y coma.

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